lunes, 22 de septiembre de 2008

ANATEMA




Hay canciones instantáneas, que fluyen como si alguien abriera el grifo de la inspiración. Otras, en cambio, pasan años y años en la barrica de la rumianza y la gestación.

El origen de esta canción se remonta a 1968, cuando escribía y dibujaba ideas en un cuaderno folio azul. Estaba yo entonces muy influenciado por Georgres Brassens. Y se me ocurrió la primera estrofa de una canción:
"En casa de la Abuelita/ yo me quedé muy parado/ encima de una mesita/ estaba Dios disecado..."
Le puse título: "Anatema".



Pero ahí se acabó la idea. Por más vueltas y vueltas que le di, no hubo manera de encontrar el resto de la canción. Porque escribir canciones es como hacer un puzzle. Es más fácil o no según las piezas con las que cuentes al empezar y si sabes qué es lo que va a salir del conjunto.

Aquella ocurrencia brassensiana quedó huérfana nada menos que casi treinta años. Hasta que en 1992, a raíz de la remergencia volcada en los temas de mi juventud, descubrí la estrofa. Y fácilmente, sin esfuerzo alguno, la canción se completó en poco tiempo.




Fue uno de los temas que tocamos en "L'Havanna" con mi amigo Federico aquel diciembre de 1992. Y así la tengo, en su maqueta de aquel año.


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