domingo, 28 de septiembre de 2008

LA GUITARRA PLATÓNICA




Es una costumbre que tengo desde adolescente. Momentos especiales dedicados a mirar guitarras. En cada ciudad tengo mis rutas, mis escaparates. Puedo pasar horas admirando esas maravillas. Recuerdo cuando tenía trece años y me asombraba ver guitarras de grupos míticos como Beatles, Rolling, Kinks o Animals allí colgadas. ¡Existían de verdad! Eran guitarras perfectas, platónicas.

Ese amor por las guitarras es algo que no te abandona. A veces sueñas con ellas. Y aunque ahora sea mayor y pueda comprarme una guitarra buena, siempre me parecerá que no es del todo mía. Que es una ilusión. Una fantasía. Que es un sueño acariciarla.

Esta canción surgió de esa idea, en el año 2000. Preparaba el concierto de mi 50 cumpleaños. Paseaba por la calle Tallers de Barcelona mirando guitarras. Y entonces se me ocurrió el concepto de la Guitarra platónica. Fue el nombre del monólogo musical que empecé a representar desde aquel inicio de milenio hasta ahora.

La grabación es una maqueta realizada en los estudios de Toni Fernández. Se escucha la potente guitarra solista de Pep Toni Brotons. Juntos hicimos unos cuantos e inolvidables bolos de la GP. Uno de ellos en Formentera el día del maremoto.

En la foto, el momento de tener por primera vez una Gretsch Country Gentleman en las manos. ¡Uau!.


lunes, 22 de septiembre de 2008

ANATEMA




Hay canciones instantáneas, que fluyen como si alguien abriera el grifo de la inspiración. Otras, en cambio, pasan años y años en la barrica de la rumianza y la gestación.

El origen de esta canción se remonta a 1968, cuando escribía y dibujaba ideas en un cuaderno folio azul. Estaba yo entonces muy influenciado por Georgres Brassens. Y se me ocurrió la primera estrofa de una canción:
"En casa de la Abuelita/ yo me quedé muy parado/ encima de una mesita/ estaba Dios disecado..."
Le puse título: "Anatema".



Pero ahí se acabó la idea. Por más vueltas y vueltas que le di, no hubo manera de encontrar el resto de la canción. Porque escribir canciones es como hacer un puzzle. Es más fácil o no según las piezas con las que cuentes al empezar y si sabes qué es lo que va a salir del conjunto.

Aquella ocurrencia brassensiana quedó huérfana nada menos que casi treinta años. Hasta que en 1992, a raíz de la remergencia volcada en los temas de mi juventud, descubrí la estrofa. Y fácilmente, sin esfuerzo alguno, la canción se completó en poco tiempo.




Fue uno de los temas que tocamos en "L'Havanna" con mi amigo Federico aquel diciembre de 1992. Y así la tengo, en su maqueta de aquel año.


sábado, 6 de septiembre de 2008

COMO UN NUEVO ROBINSON




El año 1968 estudiaba Preu en la academia Lumen de Barcelona. Coincidí allí con Federico Gracia. Los dos vivíamos un poco al margen del mundo de la clase, a los dos nos gustaba la música y la literatura. Total que un día se me ocurrió invitarle a mi casa para tocar la guitarra.

De aquella sesión surgió una fibre compositora que duró un año y produjo más de un centenar de canciones. Después se fue tan súbitamente como había venido. Pero nos dejó el veneno de la composición inoculado.

En 1992 nos reunimos para cantar aquellas viejas canciones de la adolescencia. Y continuamos aunque más al ralentí nuestra actividad musical conjunta. Tocamos en L'Havanna y en algunos pequeños locales de Barcelona.

Cuando regresé por cinco años a Barcelona, volvimos a vernos con regularidad y a grabar temas nuevos. Era el mes de marzo de 1996 cuando Federico vino con esta canción, cuyo concepto y estribillo me encantaron. "Pero yo voy resistiendo, como un nuevo Robinsón" a este mundo arrollador. Parece que todo sea compartido, pero en el fondo estás en una isla desierta rodeada de gente.

La tocamos en alguna actuación y siempre me quedó grabada como una posible base para otra versión más "country". Así lo hice hace unos meses, pensando en utilizarla para una posible actuación en solitario. Modifiqué un poco la estructura y añadí algunas cosas a la letra.

Esta es la maqueta.

martes, 2 de septiembre de 2008

GOMILA NIGHT



Desde los años 70 iba habitualmente a la Plaça Gomila de Palma. A primeras horas de la noche era un lugar acogedor, con locales como el Loa's, el Palace, el mítico Joe's, el bar Africa lleno de ingleses bebidos, la terraza del Bellver...

Luego, en los 90 viví seis años en el Terreno, muy cerca de la plaza, cuando empezaba ya a decaer. Hoy ha pasado a la historia y ninguno de sus míticos locales ha sobrevivido. Por eso, evocar la noche de Gomila es también encender el recuerdo de toda una etapa, las luces de la bahía, los encuentros en los bares, las discusiones amorosas. Esta canción la escribí en el 90, cuando formaba parte de la Banda Miranda, con la que la tocamos varias veces.

Hoy me ha gustado revisitarla con esta maquetita.